Salud Oral y Discapacidad
Cimer Salud Oral y Discapacidad
Una herramienta útil, dirigida a todas las personas con discapacidad así como a sus seres próximos, con la finalidad de ayudarles a mantener sus bocas sanas. Principal cometido en Cimer Salud Dental Paterna.
La salud bucodental en las personas con discapacidad puede verse comprometida por varias razones. Esta sección contiene información de interés sobre las principales patologías bucodentales, los principales hábitos y riesgos, y sobre todo, la información sobre las medidas adecuadas para mantener una óptima salud oral.
Las principales patologías bucodentales en la persona con discapacidad
Caries
Las personas con discapacidad están sometidas a un mayor riesgo de caries . Este hecho puede traducirse en un mayor número de lesiones y/o la aparición de caries en dientes y superficies normalmente no afectadas (por ejemplo, incisivos superiores). Entre los principales factores de este aumento de riesgo cariogénico conviene señalar:
- La xerostomía, secundaria al consumo de ansiolíticos y fármacos anticolinérgicos.
- El consumo de fármacos que incorporan vehículos azucarados.
- Dietas especiales, incluyendo aquellas que requieren ingestas frecuentes.
- Hipotonía de las mejillas, labios o lengua.
- Disfunción motora de manos y brazos.
- Desmotivación debido a la percepción continua de enfermedad.
- Nivel de higiene bucodental muy deficiente
Enfermedad periodontal
Bajo el denominador común de enfermedad periodontal se aglutinan una serie de cuadros clínicos de origen infeccioso que afectan a las estructuras de soporte del diente y que se clasifican en dos grandes grupos, gingivitis y periodontitis.
Los pacientes con discapacidad suelen presentar una limitación, a veces muy importante, en la remoción adecuada y periódica del biofilm, principal causa de la enfermedad periodontal. Por otra parte, determinadas condiciones médicas asociadas, pueden favorecer la aparición de patología periodontal. Esta, a su vez, puede agravar la situación general del paciente con discapacidad.
Traumatismos
Los traumatismos dentales son habituales en las personas con alteraciones de la coordinación motora, con epilepsia y entre los discapacitados psíquicos severos, como la oligofrenia, el delirio (común en diversos cuadros psicóticos) y la demencia (detectable en el 50% de las personas mayores institucionalizadas). La complicación más frecuente del traumatismo dental es la fractura de la corona, especialmente en la dentición permanente.
Atrición , erosión, bruxismo
- La atrición es el desgaste fisiológico de la dentición como resultado de los contactos oclusales entre los dientes superiores e inferiores, siguiendo un patrón característico que afecta especialmente a las superficies coronarias incisales, oclusales e interproximales. La tensión emocional (especialmente en algunas discapacidades psíquicas ) agrava el cuadro.
- La erosión dentaria se define como la pérdida de esmalte desde su superficie hacia el interior del diente, como consecuencia de la exposición continuada a sustancias ácidas de origen intrínseco o extrínseco. Entre las principales causas intrínsecas en algunos tipos de discapacidad, caben citar el reflujo gastroesofágico, los vómitos de repetición y la rumiación.
- El bruxismo se define como una acción no funcional de apretar, frotar o rechinar los dientes. En su presentación nocturna predomina el frotamiento, por lo que el ruido es la principal característica, mientras que en el bruxismo diurno el apretamiento es el hallazgo más destacado. Aunque puede persistir a lo largo de toda la vida, suele tener carácter intermitente, generalmente asociado a factores emocionales o psicológicos. El bruxismo es común en algunas discapacidad psíquicas (por ejemplo, en el síndrome de Down) y en diversos desórdenes psiquiátricos.
Xerostomía y babeo
- La xerostomía es la situación clínica que experimenta un paciente por falta de humidificación y lubricación de la mucosa oral, que provoca una sensación de sequedad. Generalmente expresa un déficit cuantitativo del flujo salival (hiposalivación), en respuesta a la administración de determinados medicamentos (como psicotrópicos, anticonvulsivantes, relajantes musculares, antidepresivos tricíclicos , entre otros) o a ciertas enfermedades sistémicas. La escasez de saliva puede condicionar la nutrición y la deglución, prolongando la retención de los alimentos en la boca, y favoreciendo la aparición de caries, enfermedad periodontal e infecciones orales.
- El babeo o incontinencia salival normalmente se asocia a una disfunción de la actividad motora oral, a una incapacidad para tragar, a un déficit del esfínter oral y con menor frecuencia a un incremento de la producción de saliva (hipersalivación). Es un problema bastante frecuente en personas que presentan algunas discapacidades (parálisis cerebral, retraso mental, epilepsia, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, etc.) y conlleva importantes repercusiones físicas, psicosociales y estéticas.
Autolesiones
La automutilación puede causar daños en los tejidos orales y periorales, particularmente en personas con problemas de salud mental como una discapacidad psíquica severa, demencia, síndrome de Tourette o en el síndrome de Lesh-Nyhan, donde los labios y la lengua pueden llegar a ser mordidos hasta su completa destrucción. Raramente la automutilación es accidental, como ocurre en pacientes con tolerancia congénita al dolor, en el síndrome de RileyDay (disautomía familiar) y en algunos autistas. El mordisqueo se observa también en pacientes con daño severo del sistema nervioso central, como secuela de un traumatismo, un episodio de isquemia o hemorragia cerebral, o una encefalitis.
Maloclusiones
Las maloclusiones son relativamente frecuentes en algunos tipos de discapacidades. Por ejemplo, la clase II de Angle en su división primera, en la que destaca el resalte del grupo incisivo superior, es frecuente -en los pacientes con parálisis cerebral. La división segunda, de la clase II, en la que el hallazgo predominante es la sobremordida ocurre en los síndromes que cursan con hipoplasia mandibular. La clase III de Angle es frecuente en los pacientes con síndrome de Down.
Las maloclusiones pueden conllevar importantes limitaciones funcionales -condicionando potencialmente actividades tan importantes como la respiración, la deglución y la dicción-, así como estéticas -limitando en ocasiones la autoestima y dificultando las relaciones sociales-, por lo que estos pacientes deben ser evaluados por un dentista, ya que la discapacidad per se no constituye una contraindicación absoluta para el tratamiento ortodóncico. En cada caso se deberá valorar la pertinencia o no de un posible tratamiento ortodóncico.
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